El Sufrimiento Innecesario

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http://www.youtube.com/watch?v=kzqMbhSrCQEendofvid
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En Mateo 26:52-56 leemos :

«Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; (...) ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? (...) Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. (...)»


Todos hemos enfrentado situaciones difíciles. Conozco a algunas que han vivido desgracias tan grandes que es sorprendentes que sigan vivas. Podemos decir que muchas de esas experiencias dolorosas han quedado atrás, finalmente. Aunque en su tiempo sentíamos que eran insoportables y que no podríamos resistir más. Es innegable el hecho de que las personas no deseamos sufrir, aunque sabemos que la vida está llena de dificultades y eso nos ayuda a madurar. Podemos decir que, en general, los sufrimientos resultan de:


1) La consecuencia de pecados o errores propios. Estas penalidades no debieron estar, sólo se produjeron por nuestra irresponsabilidad.

2) La consecuencia de pecados o errores ajenos. Eso no depende de nosotros. Conciente e inconcientemente las personas nos dañan (al igual que nosotras a ellas).

3) Los ataques directos de nuestro enemigo con el fin de destruirnos. Es su trabajo. Mientras estemos en la tierra, él tendrá oportunidades para levantarse en nuestra contra.

4) Las consecuencias propias de la corrupción de este mundo. Tales como enfermedades, accidentes, muerte, etc.. En cierta manera también podemos manejarlo, pues el conocimiento y la sujeción a las reglas establecidas, disminuyen las posibilidades de sufrimiento.

5) Como resultado de nuestra escasa visión. Se llama tempestad a una pequeña brisa. La escala de valores está trastocada. Sufrimos por lo que no tiene valor, en algunos casos, ni siquiera lo tiene para los inconversos.

6) Como parte del plan de Dios. Su objetivo no es nuestro dolor, sino el bendecir a otros o a nosotras mismas. Si Dios usa el sufrimiento para enseñarnos es porque no hay otra forma de hacerlo. Dios quiere el resultado que se produce en nosotros, en nuestros corazones, en nuestra mentalidad, después de haber sufrido. Si fuésemos humildes, no necesitaríamos aprender a serlo a través de la humillación. Hay muchos hermanos nuestros que no sería necesario hospitalizarlos, si ellos constantemente visitaran los hospitales para ministrar la Palabra a los internos.

Cuando estamos pasando por alguna tribulación, sea grande o pequeña, debemos comenzar por descartar la posibilidad de que sea fruto de nuestros errores o pecados. Si revisamos honestamente, y a la luz de las Escrituras, nuestro corazón, nuestras acciones, nuestra vida entera, y verdaderamente no encontramos que el origen de nuestro problema esté en nosotros, entonces pasemos al siguiente punto.

De ser los causantes de nuestros propios males, es nuestra obligación el ponernos a cuenta con Dios y enfrentar las consecuencias santamente. Esos sufrimientos estuvieron de más, no debimos sufrir, porque no debimos pecar. Pero el Señor es tan perfecto, que saca bendición aun de lo que no debió ser, si hay verdadero arrepentimiento, es decir un cambio de vida. Si al analizar concluimos que no es por el pecado o error nuestro, entonces veamos si nuestra perspectiva de la situación es la correcta; tal vez estemos sufriendo voluntariamente por algo que en realidad, no vale la pena. No podemos perder el tiempo sufriendo por tonterías.

Pero sucede que en ocasiones sí sufrimos pérdidas importantes e irreparables, que en sí mismas fueron bendiciones del Señor (bienes materiales, un matrimonio, el fallecimiento de alguien amado, el trabajo, la buena salud, etc.), pero aun ahí, estamos llamados a darle el lugar que le corresponde. Nada puede tener mayor poder, mayor influencia y mayor control en nosotros que Dios mismo. De no ser así, debemos ajustarnos a la visión divina, pasando mucho tiempo con el Señor a través de la oración, Su Palabra, la adoración; en síntesis, un tiempo privado con Él.

Estamos en la tierra y como consecuencia del pecado hay enfermedades y muerte. Sabiendo que esto sería motivo de gran angustia para su amada creación, Dios estableció reglas, y ayudó al hombre, dándole el conocimiento suficiente como para que se protejera y luchara contra estas adversidades. Por ejemplo, si en su familia hay antecedentes de cáncer, entonces usted debe someterse a constantes chequeos médicos para detectar posibles quistes o tumores en sus inicios más tempranos, y así no ser la siguiente víctima. Y en el caso de no tener ningún antecedente de cáncer en la familia, es su obligación ir periódicamente al médico. Es su deber prever y prevenir los problemas. Así puede evitar grandes problemas para usted y los que la aman, no sólo en el área de la salud. ¡Dios cuenta con su inteligencia! La sabiduría toma en cuenta los riesgos y dificultades de la vida y sus tareas comunes y corrientes. La persona sabia evita el peligro porque sabe lo que pudiera suceder y tiene cuidado de evitar tropezar con los escollos ocultos. Actúe con inteligencia, haga su parte.

Quedan tres causas del dolor por las que no tenemos mayor culpa; ante ellas,debemos actuar como lo hizo el Señor:
a) Jesús sabía que sus padecimientos eran por la maldad humana.

b) También sabía que Satanás estaba haciendo todo para destruirlo.

c) Finalmente, entendía que sus sufrimientos eran porque era la única vía de reconciliar al mundo con el Padre.

Pero Jesús nunca permitió que las injusticias lo apartaran de Su camino; para el Señor, nada fue más importante que cuidar Su relación con el Padre Celestial y cumplir con Sus ministerios.


Usted comience con sujetar su vida al Espíritu Santo, Él es Dios, Él sabe lo que nos conviene. ¿No cree que ya se ha equivocado bastante, al tomar por sí mismo todas las decisiones?

Pastora Ma Eugenia Pino

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Aprecio su mensaje, yo estoy estudiando, escudriñando la Bendita Palabra de Dios, eso sí Pregunto: Que pasajes de la Santa Biblia tomaron para este Mensaje tan importante? espero verlos en la proxiam visita, Gracias..........

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